Agentes de la Fiscalía colombiana detuvieron el jueves a siete militares por el asesinato del esposo de una líder indígena, ocurrido el pasado 16 de diciembre luego que la dirigente denunciara ante la ONU en Ginebra violaciones de derechos humanos, informó el organismo.
Los uniformados -dos suboficiales y cinco soldados adscritos al batallón José Hilario López- fueron capturados en la ciudad de Popayán, unos 650 km al suroeste de Bogotá y capital del departamento de Cauca, dijo a la AFP una fuente de la Fiscalía.
Agregó que los militares comparecerán el viernes ante un juez para la audiencia de imputación de cargos por el crimen de Edwin Legarda, esposo de Aída Quilqué, máxima autoridad del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
La fuente no precisó la acusación, aunque medios locales aseguraron que es por "homicidio en persona protegida".
Legarda murió al ser baleada por militares la camioneta en que se desplazaba por una carretera a la altura de la localidad de Totoró (Cauca).
El Ejército aseguró entonces que los soldados abrieron fuego porque el hombre no acató una orden de pare en un retén, y que ignoraban que en el mismo se transportara el esposo de la dirigente.
Pero Quilqué desestimó esa versión señalando que en el lugar no había un puesto de control y planteó la posibilidad de que fuera un crimen premeditado.
La líder del CRIC había regresado el día anterior a Colombia tras asistir en en Ginebra al examen de la situación de las garantías fundamentales en su país por parte del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), donde denunció atropellos contra las comunidades aborígenes.
Un mes antes había liderado una protesta de miles de indígenas de Cauca, que incluyó una marcha a Bogotá, para exigir al gobierno el cumplimiento de acuerdos sobre entrega de tierras y respeto a su autonomía.
axm/rs
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