miércoles, 16 de diciembre de 2009

Evo Morales defiende en Copenhague “los derechos de la madre tierra”




Publicado por Felipe Delgado • La información es de Agencia AFP

El presidente boliviano, Evo Morales, se declaró decidido el miércoles a “defender el derecho de la madre tierra” en la conferencia sobre el clima de Copenhague, donde, como su homólogo venezolano Hugo Chávez, aseguró que la causa del cambio climático es el capitalismo.

“Vengo en nombre de los pueblos indígenas, que vivieron históricamente en armonía con la naturaleza, para defender el derechos de la madre tierra”, afirmó en rueda de prensa Morales, uno de los primeros jefes de Estado en llegar a la cita danesa.

“El cambio climático no es un problema de tecnología o de financiación”, afirmó, en referencia a las principales reivindicaciones de los países en vías de desarrollo. “Es un problema de modelo de vida, es la causa del sistema capitalista, y si no entendemos esto seguramente nunca vamos a resolver estos problemas”, aseguró.

Morales aseguró promover ante Naciones Unidas la adopción de una Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra, así como la creación de un tribunal de justicia climática, para que “los países con una industrialización irracional paguen su deuda” con las víctimas de los devastadores efectos del calentamiento global.

Los indígenas “venimos de una cultura de la vida y el sistema occidental es una cultura de la muerte. En estos encuentros tenemos que decidir si estamos por la vida o por la muerte”, concluyó Morales.

La conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático reúne desde el 7 de diciembre y hasta el viernes en Copenhague a los representantes de 193 países en busca de un nuevo y ambicioso acuerdo mundial de lucha contra el calentamiento global.

El encuentro culminará el jueves y viernes con una reunión cumbre con la participación de casi 120 jefes de Estado y de Gobierno.

martes, 15 de diciembre de 2009

CAMBIO CLIMÁTICO: "La lucha no se detiene aquí"

Por Claudia Ciobanu

COPENHAGUE, 15 dic (IPS/TerraViva) - "Quienes toman las decisiones sobre el cambio climático son los mismos que lo han causado", sentenció este martes el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, explicando por qué la justicia ha sido esquiva en la conferencia internacional que se desarrolla en la capital danesa.

Las víctimas del cambio climático en el mundo prácticamente intentan gritar en los oídos de los negociadores presentes en la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 15) que están en juego las vidas de todos, y que por lo tanto es imprescindible llegar a un acuerdo justo.

En la COP 15, que finalizará este viernes tras dos semanas de discusiones, se negocia, los términos de un tratado para abatir los gases de efecto invernadero causantes del cambio climático, con objetivos posteriores a 2012.

Durante el año pasado, más de un millón y medio de personas de 36 países participaron en audiencias climáticas nacionales, testificando sobre cómo el cambio climático ha hecho estragos en sus vidas y pidiendo justicia.

"Éste es un caso de profunda injusticia", dijo Tutu, quien lideró las audiencias de este martes junto con Mary Robinson, ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

El momento para realizar las audiencias internacionales no podría haber sido mejor. Por los corredores del Bella Center los negociadores intentaban reagruparse tras la suspensión de las negociaciones, el lunes, mientras los países africanos, respaldados por todo el Grupo de los 77 (G-77, integrado por más de 130 naciones en desarrollo), protestaban contra el modo como se llevan a cabo las negociaciones.

En vez de seguir un enfoque a dos vías, que es el que prefieren los países más pobres, las negociaciones parecieron guiarse por los intereses de los estados industrializados.

"Realizamos esta audiencia climática internacional en un momento crítico en las negociaciones", dijo Jeremy Hobbs, director ejecutivo de Oxfam Internacional, que organizó las audiencias.

"Las historias de los testigos climáticos deberían brindar el imperativo moral de (llegar a) un tratado justo en Copenhague", dijo Hobbs.

La realidad de la crisis en las negociaciones dominó las audiencias, al tiempo que emergía el conflicto entre el mundo industrializado y en desarrollo. Y los mensajes de los testigos del cambio climático fueron los que más se destacaron en este sentido.

Hablando en nombre de los indígenas latinoamericanos, Caetano Juanca, un agricultor de Cuzco, Perú, dijo a la audiencia internacional presente en Copenhague que su pueblo sufre sin ser culpable, y exigió un acuerdo "que respeta a la Pachamama" (Madre Tierra).

Pelonesi Alofa, de Trinidad y Tobago, dijo que los negociadores en la COP 15 están "comprando y vendiendo" las vidas de las personas.

"¿Acaso no comprendemos que el cambio climático no es negociable. Ahora entiendo que la COP 15 está más allá del cambio climático, y más allá de Trinidad y Tobago", planteó.

La ugandesa Constance Okolet explicó que su gente ya no sabe cuándo sembrar y cuándo cosechar, que solamente comen una vez por día y que las estaciones han desaparecido.

"Estoy aquí para decirles a los líderes mundiales que queremos que vuelvan nuestras estaciones", le dijo a la audiencia.

Shorbanu Khatun, de Bangladesh, fue la última en testificar. Recordó que como los cultivos tradicionales se perdían en su aldea, su esposo se vio obligado a hurgar en busca de alimentos, y en una de esas ocasiones fue asesinado por un animal salvaje.

Luego, su casa fue destruida por un ciclón. "Primero pensé que Dios nos estaba castigando, pero he comprendido que esto fue hecho por el ser humano", expresó.

Robinson concluyó las audiencias declarando que los efectos del cambio climático no sólo fueron generados por las acciones de los países industrializados, sino que además los sintieron de modo desproporcionado personas a las que no se puede culpar del cambio climático.

"El hecho de que los países industrializados no actúen con urgencia nos está llevando a todos a un desorden social e internacional", alertó.

El derecho fundamental de la gente a un "orden internacional y social" (principio básico contenido en la Declaración Universal de Derechos Humanos) es denegado a través del modo como se toman las decisiones sobre cómo abatir el cambio climático, sostuvo.

Robinson pidió que los países industrializados se comprometan inmediatamente a reducir 40 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020, en base a los registros de 1990, y a ofrecer financiamiento adicional a largo plazo por valor de 200.000 millones de dólares anuales hasta 2020, mitad para la adaptación y mitad para la mitigación.

"No confío en los gobiernos de los países industrializados porque sólo les interesa el dinero y no les importa la Pachamama", dijo Caetano Juanca a IPS.

"Pero confío en la gente, en el trabajo realizado mediante iglesias y comunidades. Hay gente que se preocupa", agregó.

Consultado sobre qué ocurrirá si no se firma un tratado justo en Copenhague, Juanca respondió: "Continuaremos luchando hasta que nos escuchen. Nuestra lucha no se detiene aquí". (FIN/2009)


sábado, 12 de diciembre de 2009

La guerra contra los mapuches


MARCOS ROITMAN ROSENMANN


Las noticias que llegan de Chile no son alentadoras. Nada parece tener sentido en medio de una política de violencia gubernamental cuya máxima consiste en seguir desplazando la frontera del pueblo mapuche hacia regiones más australes e inhóspitas, donde sobrevivir es un milagro. Se trata de robar y negarles los legítimos derechos sobre sus territorios. Pero esto no es nuevo. Durante el mandato de Jorge Alessandri, en los años 60 del siglo XX, un terrateniente perteneciente a la vieja escuela permitió a sus pares seguir con la usurpación de los territorios mapuches. Igualmente, bajo su gobierno, se consumó el exterminio de los indígenas patagones. Desaparecieron sin que se derramase una lágrima. Salvo en documentales, nadie recuerda su existencia. Algo similar ocurre con los indígenas onas en el extremo austral. Su población disminuye constantemente. Pero esto sigue y suma. En el periodo dictatorial, al tiempo que se tortura, asesina y desarticulan las organizaciones indígenas, se enajenan las tierras comunales, distribuyéndose entre los hacendados pinochetistas. En los años 90, cuando muchos saludaban el fin de la dictadura y auguraban tiempos mejores, el pueblo mapuche seguiría acosado y perseguido. Se criminalizan sus reivindicaciones y se da rienda suelta a una de las más feroces represiones ejercidas por gobiernos electos democráticamente. Su impulsor será el entonces ministro de agricultura de Patricio Alywin, Juan Agustín Figueroa, gran latifundista y con intereses económicos en los territorios mapuches, donde tiene sus propiedades. Fue el inductor de aplicar las leyes antiterroristas que han llevado a la cárcel a más de 50 lonkos y justificado la tortura a manos de las fuerzas de orden público. Esta política siguió bajo el gobierno de Eduardo Frei hijo, con la construcción de la presa hidroeléctrica Ralco. Su puesta en funcionamiento acabaría por destruir el patrimonio cultural de los pehuenches, dejando bajo sus aguas una parte fundamental de su arquitectura, cementerios y centros de culto. El etnocidio se consuma. Fueron presionados, violentados y obligados a trasladarse a las regiones altas de la cordillera de los Andes con temperaturas inferiores a cinco grados bajo cero en invierno. No sólo les quitaron sus pertenencias y territorios, han roto su ecosistema y profundizado su pobreza. Endesa, la empresa propietaria, se lava las manos amparándose en las leyes vigentes que avalaron el proyecto.


Sin embargo, antes de llevarlo a cabo, los estrategas chilenos estudiaron posibles conflictos emergentes. En un viaje de Estado, se presentaron en México acompañados por el embajador de Chile. Se reunieron con las autoridades de Gobernación para empaparse de la estrategia contrainsurgente desplegada en Chiapas contra el EZLN. Había que estar prevenidos y tomar ejemplo. Las autoridades chilenas siguieron las instrucciones al pie de la letra. No se cortaron un pelo, militarizaron la región buscando desarticular las comunidades y encarcelar a sus líderes naturales. De paso crearon organizaciones bastardas con las cuales negociaron la venta y el desalojo de los territorios pehuenches. Un diseño sin fisuras. Tras la inauguración de la presa, los nuevos asentamientos no tienen luz eléctrica y su costo es prohibitivo. La presa Ralco no iba a producir electricidad para la población, se trataba de beneficiar a las industrias contaminantes de la minería y la celulosa de papel. El daño al medioambiente de la región es irreversible.



Pero este robo y expropiación de las tierras a los pueblos originarios no es nuevo en la sociedad chilena, y se remonta al siglo XIX con el proceso de pacificación de la Araucanía. Eduardo Mella en el excelente libro publicado por editorial LOM Los mapuche ante la justicia. La criminalización de la protesta indígena en Chile, señala su significado: “la ocupación de la Araucanía implicó para el Estado la anexión de casi 5 millones de hectáreas y para los mapuches la reducción a menos de 5 por ciento de lo que fue su territorio ancestral (…) con la reducción territorial, alrededor de 40 mil mapuches no fueron radicados en territorio alguno. El mapuche fue obligado a subsistir en pequeños espacios de superficies, inferiores a 6.18 hectáreas por persona promedio”. Así, la pacificación consolida la usurpación desconociendo de los derechos de posesión y propiedad del pueblo mapuche a sus tierras ancestrales. En consonancia, reconoce títulos de propiedad fraudulentos a los nuevos colonos y viejos terratenientes.



Hoy, cuando la presidenta Michelle Bachelet está a punto de acabar su mandato, el balance con respecto a su política indígena es peor. Si José Saramago le puso en antecedentes durante su viaje a Madrid acerca de la situación de los mapuches, rogándole que mirase al sur y no los abandonase, el resultado ha sido más dirigentes detenidos yZas tres asesinados a quemarropa y por la espalda. Bachelett ha superado a Ricardo Lagos en su política de nuevo trato a los mapuches. Da una vuelta de tuerca y deja impunes a los autores del acoso a los niños mapuches. Ahora, intimidados, se les hace presenciar las palizas a sus padres, se les esposa, golpea y maltrata. Se les amenaza con matarlos si no delatan a los defensores de los derechos del pueblo mapuche en su comunidad. Existen más de una docena de casos contrastados por Naciones Unidas. Un ejemplo es el acaecido en la comunidad de Rofue, en Padre Las Casas. Allí el menor de 14 años F. P. M. fue tiroteado con perdigones, golpeado, subido a un helicóptero del GOPE y amenazado con ser lanzado al vacío si no denunciaba los nombres de los integrantes de la comunidad. Sin embargo, el subsecretario del Interior, Patricio Rosende, se defiende con estos argumentos: algunos dirigentes mapuches utilizan a niños y mujeres como escudos. Versión similar a la aportada por el general Hero Negrón, jefe de zona de carabineros en la Araucanía. Los menores atacan a carabineros o han sido puestos por delante durante los cumplimientos policiales generados por órdenes judiciales. Seguramente la máxima del gobierno de Bachelet no dista de la acuñada por las oligarquías del siglo XIX para justificar el exterminio de los pueblos originarios: civilización o barbarie.





Morales dice será la voz de los pueblos indígenas y campesinos en Copenhague

La Paz, 12 dic (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró hoy que será la voz de los pueblos indígenas y campesinos que viven en directa armonía con la naturaleza en la cumbre del cambio climático que se celebra en Copenhague.

"Yo soy solo portavoz de los movimientos indígenas campesinos que viven en armonía con la madre tierra", afirmó Morales en una conferencia de prensa en la ciudad central de Cochabamba, en la que ratificó que Bolivia propondrá en la cumbre organizada por la ONU que los países capitalistas paguen la deuda ecológica.

"Los países del capitalismo tienen una exagerada industrialización y la obligación de cambiar sus políticas. Si no cambian, ellos serán responsables de la destrucción de la madre tierra", apuntó el líder indígena, quien se mostró convencido de que este siglo será el de los derechos de la naturaleza.

El presidente boliviano dijo que precisamente los participantes en la cumbre de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), que se celebrará mañana y el lunes en La Habana por el quinto aniversario de la creación del bloque, debatirán sobre el cambio climático.

"(Vamos a) prepararnos para trabajar de manera conjunta, juntando fuerzas que sean de consenso en la cumbre del cambio climático", afirmó Morales, quien prevé viajar esta noche a La Habana y después a Copenhague para participar en el encuentro organizado por la ONU.

Asimismo, el líder indígena dijo que en la cumbre de la ALBA "habrá un debate político sobre la democracia y las dictaduras en Latinoamérica". EFE

lav/cpy

viernes, 11 de diciembre de 2009

Indígenas denuncian nuevas amenazas de los paramilitares en el suroeste colombiano

Por Agencia EFE – hace 9 horas

Bogotá, 11 dic (EFE).- Un asentamiento indígena del suroeste de Colombia denunció hoy que el grupo paramilitar Águilas Negras emprendió una nueva campaña de amenazas contra la comunidad aborigen del lugar, que en los últimos meses ha perdido a tres de sus miembros a manos de los ultraderechistas.

Las amenazas son proferidas mediante mensajes de texto desde un teléfono móvil a los "comuneros" (miembros) del Cabildo de Cerro Tijeras, denunció esta reserva del pueblo de los paeces en un comunicado divulgado por Internet.

Los aborígenes explicaron que los paramilitares los declararon "objetivo militar" por la oposición de los pueblos indios del Cauca (suroeste) al ingreso de empresas multinacionales a la región.

Sin embargo, advirtieron que "continuas demandas (de los indígenas) por corrupción municipal también han azuzado a los armados".

En la nota, el Cabildo de Cerro Tijeras denunció que tres de sus integrantes han sido asesinados desde junio pasado, cuando el mismo grupo paramilitar inició una campaña de amenazas con grafitos en aldeas rurales.

Desde 2001 más de cien aborígenes de la zona han sido asesinados, continuó la fuente, que se lamentó de no recibir respuestas de las autoridades competentes a sus denuncias sobre las "continuas amenazas y hostigamientos".

Hace dos días la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos solicitó al Gobierno mayores medidas de protección para los indígenas.

Según las cifras disponibles, 94 indígenas fueron asesinados de enero a octubre pasado en Colombia.

Bolivia: devuelven tierras a indígenas guarayos

La Paz, 11 dic (PL) El viceministro de Tierras de Bolivia, Alejandro Almaraz, confirmó el proceso de recuperación de parcelas para ser entregadas a sus propietarios originales, los indígenas guarayos de la oriental región de Santa Cruz.

El funcionario explicó a la televisión privada PAT que se trata de miles de hectáreas que estaban en manos de la familia del acaudalado empresario Branko Marinkovic, de origen croata, y acérrimo opositor del presidente Evo Morales.

Marinkovic, dueño de una de las mayores firmas de aceite, fue hasta el 2008 presidente del comité cívico de Santa Cruz y como tal encabezó duras protestas y toma de instituciones estatales para desestabilizar al Ejecutivo.

Almaraz presidió la intervención a la hacienda, acompañado por efectivos policiales luego que el Tribunal Agrario Nacional (TAN) rechazara un recurso interpuesto por los afectados para impedir la reversión.

Asimismo aseguró que la familia Marinkovic se adjudicó la propiedad de 12 mil 500 hectáreas de manera fraudulenta.

Durante la intervención, dijo Almaraz, los funcionarios encontraron a tres familias que estaban a cargo de la hacienda las mismas que pasarán a convertirse en propietarios colectivos.

La hacienda tiene apenas 100 hectáreas sembradas y un centenar de vacunos, según inspectores del Instituto Nacional de Reforma Agraria, (INRA), el resto estaba sin sembrar.

De otra parte, Almaraz precisó que los antiguos propietarios tienen tres días para desocupar el predio de manera voluntaria.

Otra hacienda de 14 mil hectáreas en la zona y que también pertenece a la familia Marinkovic podría correr la misma suerte.

Distante 580 kilómetros al este de La Paz, la hacienda Yasminka de propiedad de la hermana de Marinkovic fue revertida por el gobierno en septiembre de 2007 que alegó fraude en los trámites.

En marzo pasado el INRA también revirtió cinco haciendas por poco más de 36 mil hectáreas en el Chaco boliviano, a 620 kilómetros al sureste de La Paz, al haber encontrado peones y sus familias en condiciones de servidumbre.

El tema de la tierra es uno de los ejes centrales del programa político del gobierno boliviano y fue centro de un candente debate que ahondó la confrontación política hasta el año pasado.

Indígenas amazónicos piden derechos territoriales y compensación económica




Noticias EFE

Anxo Lamela

Copenhague, 11 dic (EFE).- Las organizaciones indígenas del Amazonas hicieron oír hoy su voz en la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP15) con reclamaciones de reconocimiento de sus derechos territoriales y compensaciones por los efectos causados por el cambio climático en su zona.

Representantes de los nueve países agrupados en la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) exigieron que se les escuche a la hora de negociar un acuerdo climático y que se tenga en cuenta la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas para cualquier iniciativa.

"Necesitamos la legalización de los territorios de las comunidades, queremos crear gobiernos autónomos", afirmó Tito Puanchir, de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) en una mesa redonda organizada por la COICA en la COP15.

La idea de crear un fondo medioambiental específico de compensación para los pueblos indígenas por la destrucción del Amazonas también contó con un apoyo generalizado entre las diferentes organizaciones.

La unidad en las reivindicaciones generales no ocultó las divergencias en cuestiones más específicas, relacionadas con la particularidad de cada país y con la esencia misma de la COICA, un organismo de coordinación, como admitió Juan Carlos Jintiach, encargado del área internacional.

Los planes de Reducción de Emisiones de la Deforestación y Degradación (REDD) de las Naciones Unidas son uno de los objetos de discordia entre los miembros de la COICA, que agrupa a unas 300.000 comunidades de los nueve países de la región amazónica.
Mientras la Coordinación de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB) admite con reservas su posible uso si garantiza el respeto de los derechos territoriales, otros grupos indígenas muestran sus dudas o se oponen directamente, como la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP).

El representante peruano, Roberto Espinosa, criticó que la REDD amenaza la diversidad ecológica, y resaltó que las plantaciones no son bosques y que la lucha a favor de éstos ha costado 34 vidas en Perú, en referencia a las violentas protestas de hace unos meses en la Amazonía peruana.

"Que no conviertan la destrucción del planeta en un negocio", advirtió Caicedo, para quien los mercados de CO2 son "nefastos" y comercian con los derechos territoriales.
Caicedo arremetió contra el Gobierno de Alan García, pidió el regreso del líder indígena Alberto Pizango, asilado desde junio pasado en Nicaragua, tras las protestas, y advirtió de que Perú, que comprende la segunda mayor región amazónica, "está en lucha".

Muy críticos con sus autoridades fueron también los líderes de la COIAB, quienes acusaron al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva de no sólo ignorar sus peticiones sino de negarse siquiera al diálogo.

El Fondo Amazonas, proyecto estrella del Gobierno de Lula para reforestar la región, nace de una contradicción, denunciaron: está apoyado por el Banco Nacional para el Desarrollo Económico y Social (BNDES), que a la vez financia grandes infraestructuras "que destruyen la zona".

De ahí que reclamen el fin inmediato de las obras de autopistas que atraviesan la Amazonía y el diálogo sobre las centrales hidroeléctricas, así como el acceso a todos los proyectos relacionados con la zona, señaló Sonia Guayayara, de la COIAB.
La COIAB también pidió claridad y seguridad en los mecanismos relacionados con la reforestación.

"Aquellos que destruyeron la selva no pueden recibir compensaciones por reforestar. Si no, van a ganar dos veces", denunció Guayayara. EFE