jueves, 11 de junio de 2009

El Congreso peruano inhabilita a siete congresistas del partido opositor


'Esto confirma que estamos ante una dictadura cívico militar'
En las principales ciudades se pide la dimisión del gabinete de ministros
La marcha acabó con una lluvia de bombas lacrimógenas y enfrentamientos

Beatriz Jiménez Lima
Actualizado viernes 12/06/2009 03:49 horas


El Congreso peruano ha suspendido por 120 días a siete congresistas del Partido Nacionalista (que está en la oposicion), entre ellos a las tres únicas congresistas indígenas, por impedir la realización del pleno.

Después de que el miércoles el Congreso suspendiera pero no derogara la ley 1090, uno de los 9 decretos que han motivado las protestas amazónicas que se han saldado con 33 muertos, la bancada del partido nacionalista se declaró en huelga de hambre y se negó a abandonar el Congreso.

Los legisladores, entre los que se encuentran las indígenas quechua hablantes Maria Sumire, Hilaria Supa y Juana Huancahuari, pasaron la noche en el pleno en señal de apoyo a la jornada de protestas convocadas para el jueves en demanda del cese de la violencia en la amazonía y la derogatoria del paquete legal que según la sociedad civil y el Defensor del Pueblo, atentan contra los derechos de los pueblos indígenas recogidos en la carta de Naciones Unidas.

El Congreso inició una conflictiva jornada en la que la ahora bautizada como la 'triple alianza', formada por el partido de gobierno (el Apra), el fujimorismo y el partido conservador Unidad Nacional, pidieron la suspensión de la bancada de la oposición por su negativa a ocupar sus escaños e impedir la realización del pleno previsto.

A las cinco de la tarde se votaba la propuesta de la 'triple alianza' y siete congresistas de la oposición fueron inhabilitados por 120 días para ejercer sus funciones legislativas. Además, otros 12 congresistas del mismo partido, el Partido Nacionalista, fueron suspendidos.

En sus primeras declaraciones públicas, el portavoz nacionalista, Freddy Otárola, acusó a lo que llamó la "triple alianza Apra-fujimorismo-Unidad Nacional" de hacerlos callar "mediante métodos que pensábamos que ya habían sido superados".

Caos en el centro de Lima por disturbios

"Esto confirma que estamos ante una dictadura cívico militar", proclamó Otárola durante una conferencia de prensa en el Congreso. El partido nacionalista se presentó a las elecciones del 2006 con el ex candidato presidencial Ollanta Humala, de corte populista.


Mientras en el Congreso estos hechos acentuaban la crisis de gobernabilidad que vive el país después del violento desalojo de una carretera en la que 1.500 indígenas de etnia awajún se manifestaban contra lo que se ha bautizado como 'la ley de la selva', en las calles de las principales ciudades del país se vivían movilizaciones en las que se pedía la dimisión de todo el gabinete de ministros.

Más de 5.000 estudiantes, sindicalistas, partidos de izquierda, mujeres pertenecientes a organizaciones sociales e incluso miembros de la Federación de la Policía Nacional se manifestaron en las calles del centro de Lima para exigir el fin de la violencia en la selva y la dimisión del gabinete ministerial.

"Por culpa de García mueren policías" y "Alan asesino" eran la consignas más repetidas por los manifestantes, que portaban pancartas con los lemas 'Todos somos nativos' o 'La represión avanza' (en alusión a un famoso eslogan gubernamental 'El Perú avanza').


La marcha acabó con una lluvia de bombas lacrimógenas y enfrentamientos cuando la policía impidió que los manifestantes avanzaran hacia el Congreso de La República. La gran cantidad de gas, que se sintió en todo el centro de la ciudad, hizo que la marcha se rompiera en varios frentes, que continuaron avanzando por las calles de Lima.

Alan García, mudo

En Bagua, la ciudad escenario del conflicto del pasado viernes, la jornada de protesta iba a iniciarse con una misa en la iglesia Santiago Apostol en honor a los polícías y civiles fallecidos en los hechos violentos sucedidos en la carretera Fernando Belaunde Terry y en la comunidad de Imazita, donde poco después de conocer el violento desalojo, miles indígenas awajún secuestraron a 39 policías que resguardaban una estación petrolífera y asesinaron a 9 de ellos.
El Ejército impidió la realización de la misa, ya que esta región, al igual que otras cinco provincias amazónicas, se encuentra bajo estado de emergencia. En Bagua, el Defensor del Pueblo ha comprobado la existencia de 700 personas refugiadas en la parroquia y que todavía tienen miedo a regresar a sus comunidades. Además, unas 70 personas están detenidas en las comisarías de la zona y en el cuartel militar de El Milagro.

Mientras en el Congreso y en las calles de Lima se vivían momentos críticos, el presidente peruano, Alan García, participó en el juramento de dos ministros de su gabinete pero no hizo ninguna declaración sobre la jornada de movilizaciones. La crisis en la amazonía motivó que la ministra de Mujer, Carmen Vildoso, una profesional independiente sin vinculación con el Apra, dimitiera por "desacuerdos en la manera de manejar la crisis amazónica".

Hoy, la aprista Nidia Vílchez, antes ministra de Vivienda, asumió el Ministerio de la Mujer y el alcalde de un distrito de Lima, Francis Allison, asumió la cartera de Vivienda.

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